La mitigación y la adaptación al cambio climático no son opciones excluyentes, sino estrategias complementarias. La mitigación busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar la magnitud futura del cambio climático, mientras que la adaptación prepara a las comunidades y ecosistemas para enfrentar los impactos que ya están ocurriendo o que son inevitables. IFAW+1
Es decir, sin mitigación, los impactos serán más severos y más difíciles de manejar, y sin adaptación, las sociedades no podrán protegerse eficazmente de los efectos actuales y futuros. La combinación de ambas es clave para lograr un desarrollo resiliente que proteja la salud, los medios de vida, la seguridad alimentaria, el suministro de agua y el crecimiento económico.