Son variaciones a largo plazo en los patrones del clima, causadas por las actividades humanas, como quema de combustibles fósiles y la deforestación. Liberan gases de efecto invernadero.
Los fenómenos meteorológico extremos y el cambio climático están azotando toda América latina, desde los Andes hasta las aguas del caribe, pasando por la amazonia. Afectan los ecosistemas, la seguridad alimentaria e hídrica y la salud y bienestar de las personas.
Son también una de las causas de los desplazamientos de población. Los glaciares en los Andes tropicales han perdido ya mas del 30% de su superficie desde los años 80.
La tasa de deforestación en la pluviselva amazónica brasileña ha alcanzado su nivel más alto desde 2029.
Los bosques son vitales para adsorber el dióxido de carbono. Las precipitaciones extremas ocasionaron cientos de victimas mortales y provocaron el desplazamiento de miles de personas. También la causa de mortales deslizamiento de tierras en el Brasil. Las poblaciones costeras están expuestas a mayores riesgos a raíz de la subida del nivel del mar.
Debemos intensificar la acción climática sin demora. Donde debemos lograr que las alertas tempranas lleguen a todos. Los conocimientos científicos de la OMM respaldan servicios que salvan vidas.
Vinculo entre las acciones de mitigación y adaptación, ya que juntas abordan la raíz y los efectos del cambio climático, protegiendo ecosistemas e infraestructuras, mejorando la salud, la seguridad alimentaria y hídrica. Fomentando a la economía y su bienestar permitiendo la sostenibilidad y prosperidad a largo plazo.
El logro de un desarrollo resiliente es una orientación holística que frena el calentamiento y la capacidad para resistir sus efectos. Protege a las poblaciones vulnerables y promueve la seguridad humana, moviéndonos hacia un modelo de desarrollo que prospera con la naturaleza, así logrando un bienestar sostenible.