La mitigación y la adaptación son inseparables para lograr un desarrollo resiliente, pues la mitigación reduce la severidad de los impactos futuros, mientras la adaptación gestiona los riesgos inevitables actuales. Esta interdependencia es vital porque los sistemas naturales, como los ecosistemas saludables, son los cimientos de la seguridad humana y el suministro de agua y alimentos. Al proteger la integridad de estos sistemas interconectados, se estabilizan directamente los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de las comunidades vulnerables. Un desarrollo resiliente, por ende, implica co-beneficios: las inversiones en mitigación (energía limpia) mejoran la salud pública (calidad del aire), y la adaptación (infraestructura verde) asegura la disponibilidad del agua. Al reducir las amenazas a recursos esenciales y proteger la economía de los choques climáticos, se fomenta un crecimiento económico estable y se garantiza una seguridad humana integral.
Foro: Vínculo entre las acciones de mitigación y adaptación, así como la interconexión entre los sistemas naturales y humanos
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En respuesta a Verónica Jimena Culqui Barrionuevo
Re: Foro: Vínculo entre las acciones de mitigación y adaptación, así como la interconexión entre los sistemas naturales y humanos
La mitigación (reducir GEI) y la adaptación (ajustarse a impactos) son estrategias climáticas complementarias y entrelazadas, donde una buena mitigación reduce la necesidad de adaptación, y vice School; mientras que los sistemas humanos y naturales están profundamente interconectados: las acciones humanas (emisiones, uso de recursos) afectan la naturaleza, y la salud de los ecosistemas (agua, alimento, protección) es vital para el bienestar humano, haciendo que soluciones como la Adaptación Basada en Ecosistemas (AbE) integren ambas, protegiendo el carbono (mitigación) y brindando servicios como agua limpia (adaptación).