Elaboración de Propuestas de Financiamiento Climático por parte de los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales
Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) Municipales desempeñan un papel estratégico en la respuesta al cambio climático, debido a su cercanía con las comunidades y su capacidad para implementar soluciones adaptadas al territorio. Sin embargo, acceder al financiamiento climático internacional o nacional requiere un proceso técnico y bien estructurado. Para lograrlo, los GAD deben seguir una serie de etapas clave que permitan transformar una problemática climática en un proyecto viable y financiable.
1. Identificación de la problemática climática
El primer paso consiste en analizar cómo el cambio climático afecta al territorio: incremento de temperaturas, variabilidad de precipitaciones, erosión costera, deslizamientos, inundaciones, escasez hídrica o afectaciones a la producción agrícola. Esta fase implica:
• Revisión de información climática actual y proyectada.
• Identificación de sectores sensibles (agua, infraestructura, agricultura, salud, biodiversidad).
• Evaluación de riesgos y vulnerabilidades locales.
Con una problemática bien definida, se justifica la necesidad de intervención y se construye la base del proyecto.
2. Planteamiento de la idea de proyecto
Una vez identificados los impactos climáticos, el GAD debe formular una idea de proyecto preliminar que responda directamente a la problemática. Esta idea debe describir:
• Propósito de la intervención.
• Población objetivo.
• Soluciones planteadas (ej.: sistemas de drenaje, reforestación, manejo integral del agua, infraestructura resiliente, energías renovables).
• Resultados esperados.
Esta idea inicial es el insumo que luego se convertirá en una nota conceptual.
3. Motivación y racionalidad climática
La racionalidad climática es uno de los elementos más importantes para obtener financiamiento. Los organismos financieros requieren evidencia clara de que el proyecto:
• Aborda riesgos, impactos o causas directamente relacionadas con el cambio climático.
• Está alineado con políticas nacionales e internacionales (NDC, Acuerdo de París).
• Presenta beneficios climáticos medibles (reducción de emisiones, incremento en resiliencia, protección de ecosistemas).
Una adecuada racionalidad climática demuestra que el proyecto no es solo de desarrollo tradicional, sino específicamente una acción climática.