El financiamiento climático en América Latina y el Caribe enfrenta grandes desafíos de escala y acceso, pero también abre oportunidades para transformar la región hacia un desarrollo resiliente y bajo en carbono.
Desafíos del financiamiento climático
- Insuficiencia de recursos: La CEPAL estima que la región necesita multiplicar por 10 el financiamiento climático actual para cumplir con sus metas de adaptación y reducción de emisiones.
- Dependencia de fondos externos: Gran parte de los recursos provienen de cooperación internacional, lo que genera vulnerabilidad frente a cambios en prioridades globales.
- Fragmentación institucional: Los países carecen de marcos sólidos y coordinados para canalizar y ejecutar financiamiento climático de manera eficiente.
- Desigualdad en acceso: Los países más vulnerables al cambio climático suelen tener menos capacidad técnica y administrativa para acceder a fondos internacionales.
- Predominio de financiamiento para mitigación: Aunque la adaptación es crítica en la región, la mayoría de los recursos se destinan a proyectos de reducción de emisiones, dejando brechas en resiliencia comunitaria.
Oportunidades del financiamiento climático
- Bancos de desarrollo regionales y nacionales: Instituciones como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y bancos públicos de desarrollo están ampliando su rol en la transición climática.
- Mecanismos innovadores: Bonos verdes, créditos sostenibles y seguros climáticos ofrecen nuevas vías para movilizar capital privado.
- Integración con políticas públicas: La incorporación de criterios climáticos en planes de desarrollo nacional y territorial permite que proyectos locales accedan a financiamiento internacional.
- Alianzas internacionales: Programas como el Fondo Verde para el Clima (GCF), la Iniciativa Climática Internacional (IKI) y cooperación con la Unión Europea fortalecen la capacidad de los países.
- Potencial de biodiversidad y energías renovables: América Latina concentra una de las mayores reservas de biodiversidad y recursos hídricos del mundo, lo que abre oportunidades para proyectos de conservación y transición energética.
Ejemplos recientes
- En 2021, la región recibió 51.597 millones USD en financiamiento para el desarrollo, de los cuales solo 17,85% se destinó a cambio climático y 2,15% a biodiversidad.
- La CEPAL subraya que para una transición justa se requieren inversiones sin precedentes, especialmente en infraestructura resiliente y energías limpias.
Conclusión
El gran desafío es cerrar la brecha entre necesidades y recursos disponibles, fortaleciendo la capacidad institucional y asegurando que la adaptación tenga un peso equivalente al de la mitigación. La gran oportunidad está en aprovechar la biodiversidad, los bancos de desarrollo y los mecanismos financieros innovadores para atraer inversión y construir resiliencia.