Desde la dirección financiera de un municipio, mi rol en el desarrollo de propuestas para obtener financiamiento climático es fundamental. Primero, puedo asegurar que el proyecto tenga una estructura financiera clara, con presupuestos reales y sostenibles. Esto incluye calcular correctamente los costos, prever gastos futuros y definir de dónde vendrá el cofinanciamiento municipal cuando sea necesario.
También debo verificar que el municipio tenga la capacidad institucional y operativa para ejecutar el proyecto. Esto significa revisar si existen recursos humanos, sistemas de control, procesos administrativos y mecanismos de seguimiento financiero que garanticen un manejo responsable del dinero.
Otro aporte clave es ayudar a demostrar que el proyecto es viable en el tiempo. Es decir, que no solo se puede financiar su construcción o implementación, sino que también se podrá mantener y operar una vez finalizada la inversión. Esto da confianza a los posibles financiadores.
Además, puedo apoyar en la elaboración de la nota conceptual o la propuesta final, aportando indicadores financieros, análisis de riesgos, estimaciones de beneficios económicos y mecanismos de transparencia.
Finalmente, mi rol incluye promover buenas prácticas de gestión financiera, asegurando que los fondos climáticos, si se obtienen, sean utilizados de manera eficiente, con reportes claros y auditorías oportunas.
En resumen, desde el área financiera contribuyo a que el proyecto sea serio, sólido y confiable, aumentando así sus posibilidades de recibir financiamiento climático.