Tras revisar el documento sobre los aspectos esenciales para desarrollar propuestas con potencial de recibir financiamiento climático, considero que desde mi área de trabajo en el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) mi rol se centra en fortalecer la calidad técnica y la coherencia estratégica de los proyectos que presentan los gobiernos locales.
En primer lugar, puedo aportar mediante asistencia técnica en la formulación, apoyando a los GAD en la identificación adecuada del problema climático, la definición de soluciones de adaptación o mitigación y la estructuración de proyectos alineados a los criterios de los fondos climáticos internacionales. Este acompañamiento es fundamental para que las propuestas sean claras, consistentes y técnicamente sólidas.
Además, desde el BDE puedo contribuir a verificar la coherencia de las propuestas con las políticas nacionales, como las NDC y la Estrategia Nacional de Cambio Climático, así como con los instrumentos de planificación territorial. Esto garantiza que los proyectos respondan a prioridades nacionales y locales.
Otro aporte clave es apoyar la construcción de líneas base e indicadores climáticos, lo que permite demostrar de manera cuantificable el impacto esperado y mejora las posibilidades de aprobación del financiamiento.
Finalmente, desde mi función puedo impulsar procesos de capacitación, acompañamiento y fortalecimiento institucional, además de promover mecanismos de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) que aseguren transparencia y seguimiento de los resultados.
En conjunto, estas acciones permiten que los gobiernos locales accedan con mayor eficacia al financiamiento climático y desarrollen proyectos que fortalezcan la resiliencia y el desarrollo sostenible en sus territorios.