La alerta amarilla declarada en 17 provincias de Ecuador por el Fenómeno de El Niño exige que los distintos niveles de gobierno actúen de manera coordinada:
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Gobiernos provinciales: Deben liderar la planificación regional de emergencias, priorizando recursos para infraestructura crítica, coordinación con instituciones nacionales y apoyo técnico a cantones y parroquias.
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Gobiernos cantonales: Deben organizar planes locales de respuesta, incluyendo sistemas de alerta temprana, brigadas de emergencia, revisión de drenajes y refuerzo de carreteras y puentes, además de informar a la ciudadanía sobre medidas preventivas.
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Gobiernos parroquiales: Deben enfocarse en la protección directa de la comunidad, identificando zonas vulnerables, promoviendo la participación ciudadana y facilitando medidas de evacuación y mitigación.
La información sobre El Niño debe utilizarse para fortalecer la acción climática, integrando estrategias de adaptación y asegurando el uso eficiente de los recursos disponibles para minimizar riesgos.