Relación entre mitigación, adaptación y desarrollo resiliente

Relación entre mitigación, adaptación y desarrollo resiliente

de Maria Teresa Simaliza Tenelema -
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El vínculo entre mitigación y adaptación es fundamental para lograr un desarrollo resiliente. La mitigación reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y evita que el calentamiento global aumente, mientras que la adaptación fortalece la capacidad de las comunidades y ecosistemas para enfrentar los impactos ya presentes del cambio climático. Cuando ambas se aplican juntas, el resultado es más efectivo que cuando se implementan por separado.

El gráfico muestra que, sin acciones, se genera degradación ambiental, pérdida de biodiversidad, escasez de agua, inseguridad alimentaria y riesgos para la salud. En cambio, cuando se integran estrategias sostenibles —como reforestación, energías limpias, agroecología, manejo del agua, turismo responsable y ciudades verdes— se promueven beneficios positivos: mejora la salud, se protegen los medios de subsistencia, se fortalece la seguridad alimentaria y del agua, se reducen riesgos para la población y se impulsa un crecimiento económico sostenible.

La interconexión entre sistemas humanos y naturales es clave: si cuidamos los ecosistemas, ellos sostienen nuestra vida y economía. Por eso, un enfoque combinado de mitigación y adaptación permite avanzar hacia sociedades más preparadas frente al cambio climático, con bienestar social y equilibrio ambiental.