La resiliencia se logra cuando las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (Mitigación) se diseñan para, simultáneamente, reducir la vulnerabilidad a los impactos climáticos ya presentes (Adaptación) en la Agricultura Sostenible: Adoptar prácticas agrícolas de cero o bajas emisiones que capturan carbono en el suelo (mitigación), como la agroforestería, aumenta la resistencia de los cultivos a las variaciones de temperatura y lluvia (adaptación). Energía y Agua: Implementar energías renovables (mitigación) reduce la dependencia de la energía hidroeléctrica que es vulnerable a las sequías (adaptación), estabilizando el suministro. Desarrollo Urbano: Fomentar el transporte público electrificado y sostenible (mitigación) mejora la calidad del aire y reduce las islas de calor urbanas adaptación y salud.