Frente a las proyecciones relacionadas con el fenómeno de El Niño en Ecuador para el año 2025, cada nivel de gobierno tiene funciones complementarias para mitigar riesgos, salvaguardar a la gente y reducir las repercusiones económicas y sociales:
Gobiernos provinciales:
Organizar la planificación entre municipios para reconocer áreas de riesgo y asignar recursos prioritarios. Reforzar la alerta temprana y los sistemas de seguimiento meteorológico y climático, así como fomentar campañas informativas y educativas que instruyan a la ciudadanía sobre las medidas preventivas.
Gobiernos cantonales:
Desarrollar planes específicos de contingencia y evacuación para las comunidades afectadas por inundaciones, deslizamientos de tierra o sequías.
Revisar la infraestructura local para garantizar que puentes, carreteras y sistemas de drenaje estén preparados para enfrentar lluvias intensas.
Colaborar con los sectores de salud, educación y servicios públicos para atenuar los efectos sobre la población.
Gobiernos parroquiales:
Establecer una comunicación continua con la comunidad local para informar sobre alertas y medidas preventivas, así como identificar y asistir a los grupos más vulnerables (niños, ancianos, personas con discapacidades) en la preparación y respuesta ante emergencias.
Participar en actividades comunitarias como la limpieza de ríos, canales y zonas de captación de agua, además de vigilar el riesgo de deslizamientos.
En términos generales, todos los niveles de gobierno deben actuar en conjunto y fundamentados en datos, aprovechando la información sobre los escenarios climáticos para diseñar estrategias preventivas y de adaptación, disminuir la vulnerabilidad y proteger los medios de vida de la población.