El cambio climático nos recuerda que somos parte de la naturaleza y que nuestro futuro depende de ella. Frente a este desafío, el Banco de Desarrollo del Ecuador tiene la misión de movilizar recursos que protejan la tierra y a las personas, integrando riesgos climáticos en sus decisiones, coordinando esfuerzos entre instituciones y diseñando proyectos que sean sostenibles y viables.
No se trata solo de financiar iniciativas, sino de tejer un futuro donde comunidades, bosques, ríos y ciudades prosperen juntos. Cada inversión climática es un acto de esperanza y de compromiso con las generaciones que vendrán, transformando desafíos en oportunidades y dejando un legado donde la economía y la naturaleza caminen de la mano.