Estimados compañeros /compañeras del foro
Luego de la lectura, considero que el Banco de Desarrollo del Ecuador enfrenta varios retos estructurales para acelerar la movilización de financiamiento climático. En primer lugar, debe fortalecer sus capacidades técnicas e institucionales para formular, evaluar y gestionar proyectos climáticos que cumplan los exigentes requisitos de los fondos internacionales, especialmente en materia de adicionalidad, análisis de riesgos y mecanismos de monitoreo, reporte y verificación. Estos procesos suelen ser costosos y complejos, lo que dificulta el acceso oportuno a recursos climáticos.
Un segundo reto es la necesidad de construir una cartera sólida de proyectos “bancables”, especialmente en sectores clave como agua, energía, transporte sostenible, manejo de residuos y agricultura resiliente. Sin proyectos técnicamente robustos, financieramente viables y alineados con las metas climáticas, es difícil atraer financiamiento verde a gran escala.
En tercer lugar, el BDE debe avanzar hacia estándares de taxonomía verde, que permitan clasificar adecuadamente las inversiones y brindar confianza a inversionistas y organismos multilaterales. La ausencia de criterios uniformes limita la transparencia y dificulta demostrar que los proyectos contribuyen efectivamente a la mitigación o adaptación al cambio climático.
Finalmente, el Banco enfrenta el reto de movilizar recursos del sector privado, ya que los fondos públicos y multilaterales son insuficientes para cubrir la enorme demanda de inversión que requiere la transición hacia una economía resiliente y baja en carbono. Para lograrlo, debe generar incentivos, reducir riesgos y promover instrumentos financieros innovadores como bonos verdes, garantías y esquemas de cofinanciamiento.