El documento de Galindo Lorenzo y Pereyra expone con claridad que la lucha contra el cambio climático en América Latina requiere una transformación profunda del financiamiento público y privado, y que los bancos de desarrollo juegan un papel clave en esta transformación.
Para el Banco de Desarrollo del Ecuador, el reto no es menor: implica combinar visión estratégica, capacidades técnicas, gobernanza, instrumentos financieros y una amplia coordinación institucional. Pero si logra superar estos desafíos, puede convertirse en pieza clave para movilizar los recursos que el país necesita para transitar hacia un desarrollo sostenible, resiliente y bajo en carbono.
¿Cuál crees que es el mayor obstáculo para que Ecuador genere un portafolio sólido de proyectos climáticos bancables: la falta de financiamiento, la falta de capacidad técnica, o la falta de coordinación institucional?